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Fuerza, determinación y coraje

Foto del escritor: Lean In BarcelonaLean In Barcelona

Celebramos el Día Internacional de la mujer emprendedora


En los últimos años, el porcentaje de mujeres involucradas en actividades emprendedoras ha mostrado un crecimiento significativo. En España, la tasa de actividad emprendedora (TAE) en el año 2023 fue de un 10,9%, un aumento respecto al 8,8% registrado en 2022.


Yo formo parte de ese 10,9% de mujeres que un día decidieron dar el salto y dejar la comodidad de trabajar por cuenta ajena. En mi caso, no había una motivación concreta para hacerlo, sino ese sexto sentido femenino gritando desde dentro pidiendo libertad. Emocionalmente, sabía que había algo más para mí, que yo podía hacer más. Racionalmente, buscaba lo mismo que muchas mujeres que se inician en esta aventura y que el Informe GEM (Global Entrepreneurship Monitor) resume muy bien; ganas de aportar, marcar una diferencia, tener más autonomía, conciliar vida personal y profesional y ganar más dinero. 


Cuando me inicié en este “nuevo mundo” del emprendimiento, ahora ya cerca de iniciar el tercer año, poco, o más bien nada, sabía yo sobre dónde me estaba metiendo. Mi única referente era una amiga que hacía dos años había creado una marca de zapatos, algo que a ella le apasionaba. Entendí pronto que tendría que ponerme las pilas. Comencé a asistir a eventos, networkings, colaborar en proyectos de forma voluntaria y unirme a comunidades de mujeres, como Lean In. Así es cómo me di cuenta de que este nuevo mundo era mucho más grande de lo que yo imaginaba. Sí, había vida más allá de las cuatro paredes de la gran empresa en la que había estado en los últimos años.


Hablar con otras mujeres emprendedoras en diferentes puntos de su emprendimiento, edades y categorías profesionales, me dio una visión muy amplia de lo que supone emprender y perseguir un sueño. Los miedos, las dudas, la incertidumbre, los retos, la soledad…pero nada mejor que vivirlo para entenderlo. Imagino que no seré la única en sentir que emprender es como subirse en una montaña rusa sin sujeción, la adrenalina que te recorre por dentro es directamente proporcional al miedo. Esto, de base, pero si además le añadimos las dificultades extra por ser mujer, se siente como subirse a Kingda Ka (la montaña rusa más grande del mundo con 139 metros). 


Según el informe GEM y la información aportada por el Observatorio W Startup C del Emprendimiento Innovador Femenino, las mujeres nos enfrentamos a barreras como la dificultad de acceso a la financiación y redes de contacto, síndrome del impostor (a pesar de estar perfectamente cualificadas), roles de género y conciliación, y exigencias de género según el sector. No nos lo ponen nada fácil, pero aún así, ahí estamos, somos un 10,9%.


Durante todo este tiempo me he preguntado si emprender es para todo el mundo. No lo sé, porque una no conoce sus límites hasta que se pone a prueba. Sin embargo, sí creo que hay algo que identifica a una emprendedora; un corazón valiente, una mente resiliente y un “aquí estoy yo” bien alto y claro.


Sin duda, emprender como mujer te curte y te espabila. He llorado mucho, y aún así, nunca en mi vida me he sentido tan capaz y tan valiosa. Nunca antes había sentido tanto propósito y empuje. Si alguien me pregunta si lo recomiendo, voy a decir que sí. Como experiencia vital, el crecimiento personal es inconmensurable. Añadiría” emprender” a la lista de cosas que hay que hacer en la vida antes de morir: tener un hijo, plantar un árbol, escribir un libro y emprender un proyecto/empresa.


Hasta aquí los beneficios, pero como todo en la vida, siempre hay un lado A y un lado B, el ying y el yang. No es todo de color de rosa en el emprendimiento. He visto almas destrozadas y agotadas, ansiedad en niveles desorbitados y lágrimas de desilusión. Así, emprender deja de tener sentido. Hay que saber hasta cuándo y hasta dónde merece la pena seguir, porque la salud y el bienestar mental, físico y emocional está por encima de todo.


Está claro que en este camino que hemos elegido, hay de todo y probablemente, lo que menos hay, es celebración. El 19 de noviembre fue el Día Internacional de la mujer emprendedora, ¿lo celebraste? Ser parte del 10,9% que se atreve a desafiar lo establecido no es solo un dato, es una prueba de que las mujeres podemos cambiar el mundo, crear oportunidades y construir sueños, esto bien se merece una celebración.


Por cada logro que consigas en tu emprendimiento, recuerda descorchar una botella de champagne y brindar por tu fuerza, determinación y coraje. Lo que estás haciendo por ti es también un ejemplo para otras mujeres que quieren y todavía no se han atrevido a dar el paso.


Desde el equipo de Lean In Network Barcelona queremos celebraros y desearos, a todas las mujeres emprendedoras, un futuro lleno de logros y éxito.


María Marco

Directora Creativa Lean In Network Barcelona

Emprendedora



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