Yo creo que todos estamos de acuerdo que, en la búsqueda de un futuro equitativo y justo, es imperativo acabar con las disparidades de género en las carreras científicas y tecnológicas. A pesar de que ha habido ciertos avances, las mujeres aún se encuentran infrarrepresentadas en estos campos, ya sea en las aulas universitarias, en el ámbito laboral o, en el caso de carreras de ciencias, a nivel de remuneración o condiciones laborales.
Y no es sólo por un tema de justicia social, porque la igualdad de género beneficia a todos, y vamos a recordar algunas de las razones:
La diversidad de género en equipos científicos y tecnológicos, en todos, pero hoy hablamos de ciencia y tecnología, aporta una variedad de perspectivas y enfoques, lo que impulsa la creatividad y la innovación. No lo digo yo, hay infinidad de informes que demuestran como empresas líderes han demostrado que equipos diversos son más propensos a desarrollar soluciones más efectivas y resolver problemas de manera más eficiente. Es decir, se crean productos y soluciones mejores para todo el mundo, con mejor impacto en la sociedad y, encima, mucho más rentables para las empresas. Bien.
Cuando digo productos y soluciones mejores para todo el mundo, me refiero a que hasta pueden llegar a mejorar la vida a muchas mujeres o incluso salvarla. Si incluyéramos más mujeres tanto en el desarrollo de tratamientos y medicamentos, como en sus pruebas, seguramente serían mucho más eficaces y seguros para las mujeres. Sabemos que la falta de inclusión de mujeres en ensayos clínicos resulta en terapias menos efectivas o con efectos secundarios no identificados previamente en la población femenina.
O, a nivel de seguridad… los sistemas de reconocimiento facial también muestran sesgos de género y raza debido a conjuntos de datos no representativos. ¿A qué nos lleva esto? Pues puede llevar a discriminación algorítmica, donde las mujeres son identificadas erróneamente o tienen tasas de error más altas, lo cual puede tener consecuencias graves en campos como la seguridad y la justicia.
Y ya que hablamos de analizar datos… si no tenemos mujeres analizando datos, los hombres, de manera consciente o inconsciente aplicarán su sesgo en los análisis que hagan, lo que llevará a tomar decisiones no equitativas que acabarán convirtiéndose en productos, soluciones, servicios o protocolos que beneficiarán sólo a un 50% de la población.
Como este mismo, un dato que leía el otro día: La falta de diversidad de género en la ciberseguridad puede llevar a brechas de seguridad, ya que las amenazas pueden no ser evaluadas desde todas las perspectivas posibles. Las mujeres a menudo aportan enfoques diferentes para abordar problemas de seguridad, lo que puede fortalecer la resiliencia contra ciberataques.
Ya lo decía Simone de Beauvoir "The Representation of the world, like the world itself, is the work of men; they describe it from their own point of view, which they confuse with the absolute truth”. (“La representación del mundo, como el mundo mismo, es obra de los hombres; lo describen desde su propio punto de vista, que confunden con la verdad absoluta”)
El cómo darle la vuelta a esto, lo hemos comentado muchas veces: Visibilidad de referentes para desmitificar estereotipos, cambios estructurales en la manera de enseñar desde infantil hasta las mismas carreras universitarias, también en las legislaciones que permiten que nuestras científicas tengan que irse de nuestro país para poder tener un sueldo digno y dejar de ser eternas becarias, o en las empresas para asegurar que la inclusión de las pocas mujeres en equipos de I+D sea real, etc. Hay también muchísimas iniciativas que se dedican a incentivar el interés por estas disciplinas a las niñas. Muchísimas.
Pero lo que realmente pido hoy es que no sólo sea un esfuerzo de las mujeres. Como he comentado al inicio, para convencer a la sociedad de que la igualdad de género en ciencia y tecnología beneficia a todos por igual requiere un esfuerzo colectivo. ¿Nos ponemos ya?
Eva Blanco
Lead & Public Affairs Manager
Lean In Network Barcelona